Construcción de una rocalla

Una rocalla no es más que un jardín con rocas. Es un elemento decorativo de estilo rústico muy utilizado en jardinería. Por ello, su trazado debe ser muy libre y natural.
Las rocas utilizadas deben enterrarse algo para dar estabilidad al conjunto y debe colocarse como cara más visible la más erosionada.
Nosotros hemos aprovechado una acumulación de tierra alrededor de un ejemplar de brugmansia en el vivero para nuestra construcción.
Para empezar limpiamos de malas hierbas, depedregamos y cavamos la tierra de la zona de actuación. Luego aplicamos un riego profundo para asentar la tierra y colocamos una primera línea de piedras de tamaño medio. A continuación vertemos entre las piedras unas paladas de grava y arena gruesa, que mejorarán el drenaje de la rocalla y darán consistencia a las piedras que formarán la rocalla. Posteriormente aplicamos otro riego abundante para asentar la grava, ponemos otra línea de piedras, echamos otras paladas de grava y acabamos nivelando la tierra y el último riego de asentamiento.
Aprovechamos un neumático y una jardinera metálica rota, para integrarlos en el conjunto. Una vez colocados, los llenamos de tierra, plantamos varios ejemplares de aptenia (planta rastrera) y las regamos.